Guía de supervivencia para padres con adolecentes al volante

Young Driver

Tu hijo o hija acaba de obtener su permiso o licencia de conducir y sabes que te pedirá las llaves del coche en cualquier momento. En su mente, esto es lo que significa ser adulto: tener la libertad de conducir, tomar decisiones, desplazarse como nunca lo ha hecho. ¿Recuerdas la primera vez que te dieron las llaves del coche? Ahora eres tú el que tiene que dar el permiso. Pero antes, te sugerimos establecer ciertas reglas para beneficio de ambos. 

¿Realmente está listo tu hijo(a)?

Los primeros 12 meses al volante pueden ser tan importantes como los primeros 12 meses de vida. Ese es el momento de conocer el vehículo, corregir errores, acostumbrarse a respetar los señalamientos indicados, usar el cinturón de seguridad y asegurarse de que cada pasajero lo use también, aprender a mantener los límites de velocidad, ajustar espejos, evitar distracciones a toda costa, aprender sobre el “punto ciego” y tantas cosas más. 

Mientras más horas de práctica tenga el adolescente, mejor. Procura que haya practicado en todo tipo de condiciones: con tráfico, sin tráfico, en carretera, durante la lluvia, de noche, etc. Toma en cuenta que la inexperiencia es la principal causa de accidentes.

Consejo: si tienes un adolescente en casa, ofrécele una meta específica. Por ejemplo: el día en que podrá llevarse el coche por sí solo. Para hacerlo, deberá llenar un diario con cierto número de horas al volante previamente establecidas. Cada hora registrada será un paso más hacia esa “libertad”. 

La tolerancia cero

Existen reglas que no se pueden romper. Como padres, debemos dejar muy claro que si rompen estas reglas, podría perder el privilegio de conducir o causar una fatalidad.

Cero distracciones: desde las llamadas por teléfono, mensajes de texto, Facebook, Twitter, otros adolescentes en el coche, la radio y otros conductores.

Cero alcohol y drogas: beber antes de los 21 años y consumir drogas es ilegal. Conducir en estado de ebriedad podría ser penado con la pérdida de la licencia e incluso la cárcel.

Otras reglas

En un principio, te recomendamos establecer ciertas reglas rígidas mismas que se irán “aflojando” con el tiempo.  Por ejemplo: durante los primeros meses puedes restringir el número de pasajeros que viajan con el adolescente, no permitirle conducir de noche, ir acompañado de un adulto, etc. También sería bueno establecer un manual EN CASO DE. En caso de que dañe el coche, lo deberá pagar de su propio dinero. En caso de que tenga una multa, deberá aportar la mitad, etc.

Premiar conductas

Te sugerimos premiar al adolescente si su conducta lo amerita. Hablen sobre cómo puedes premiar un período sin incidentes. Estos premios pueden ser desde pagarle la gasolina, una tarjeta de regalo o privilegios al volante como conducir de noche.

Conducir requiere mucha responsabilidad, tanto del adolescente como del adulto que le otorga la libertad. Mantén las vías de comunicación abiertas y no temas establecer las reglas. Le pueden salvar la vida.

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